viernes, 22 de mayo de 2009

Fin, los equinos me llaman.

Hoy no es 25 de agosto pero ha llegado la hora:

Miro hacia lo alto-
donde giran mares de luz:
¡Oh, noche, oh, silencio, oh, queridísimo ruido!..
Veo una señal-,
desde la mas lejana distancia
desciende despacio y centelleante una estrella hacia mí...


Friedrich.