Jerjes, según heródoto, lloró al contemplar su inmenso ejército, pensando que transcurridos cien años ninguno de ellos seguiría con vida; de la misma manera, ¿cómo no sentir ganas de llorar al ver el grueso catálogo de libros en venta, con solo pensar que, de todos esos libros, ninguno sobrevivirá mas de diez años?.
Friedrich.
jueves, 19 de julio de 2007
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