miércoles, 28 de febrero de 2007

Cartas de amor.

Siempre me gustaron las relaciones epistolares y especialmente las cartas de amor,aquí os dejo una de las mas grandes cartas de amor que he leido en mi vida.


[Clichy]
[21 de marzo de 1932]
Anäis:

Lo único que te puedo decir es que estoy loco por ti. Intenté escribirte una carta y no pude. Te escribo constantemente, en mi cabeza, y los días pasan y yo me pregunto que pensarás. Espero con impaciencia poder verte. El martes está tan lejano. Y no sólo el martes. Me pregunto cuándo vendrás a pasar la noche, cuándo podré tenerte durante un largo rato; me atormenta verte sólo unas horas y luego abandonarte. Cuando te veo, todo lo que querría decirte se esfuma; el tiempo es tan precioso y las palabras tan extrañas. Pero me haces tan feliz, porque puedo hablar contigo. Adoro tu viveza, tu ingenio, tus piernas torneadas, el ardor entre ellas. Sí, Anäis, quiero desenmascararte. Soy demasiado galante contigo. Quiero mirarte larga y ardientemente, quitarte la ropa, acariaciarte, interrogarte. ¿Sabes que apenas te he mirado? Hay todavía demasiada sanidad adherida a ti.
Tu carta, !ah, esas moscas! Me haces sonreir. Y haces también que te adore. Es verdad, no te aprecio bastante. Es verdad. Pero jamás dije que tú no me apreciaras. Creo que debe tratarse de un error de tu inglés. Sería demasiado egoísta por mi parte el decirlo.
Anaïs, no sé comom decirte lo que siento. Vivo en una continua expectativa. Cuando vienes, el tiempo corre como en un sueño. Únicamente cuando te vas me doy cuenta por completo de tu presencia. Y entonces es demasiado tarde.
Me paralizas.
Trato de imaginarme tu vida en Louveciennes pero no puedo. ¿Walter Pach? Un sueño de borracho, y además no me gusta, no sabría decir por qué. ¿Tu libro? Parece también irreal. Sólo cuando vienes y te miro llega a aclararse la situación. Pero te vas tan rápidamente, no sé que pensar. Sí, veo claramente la leyenda de Pushkin. Te imagino mentalmente sentada en aquel trono, con joyas alrededor de tu cuello, sandalias, enormes anillos, uñas pintadas, extraño acento español, viviendo esa especie de mentira que no es exactamente una mentira, sino un cuento de hadas.
Me puse esta noche los pantaqlones de pana y vi que estaban manchados. Pero no puedo, así me maten, asociar la mancha con la princesa de Louvenciennes que mantiene relaciones con guitarristas y poetas y tenores y críticos. No me esforcé demasiado en quitar la mancha. Me imaginé que venías al lavabo y apoyabas la cabeza en mis espaldas. No puedo imaginarte escribiendo " An unprofessional study".
Esto es una pequeña borrachera, Anäis. me digo a mi mismo: "he aquí la primera mujer con la que puedo ser absolutamente sincero". Te recuerdo diciendo: "podrías engañarme y no me enteraría". Cuando paseo por los bulevares pienso en eso. No puedo engañarte, y sin embargo me gustaría.
Quiero decir que jamás pude ser totalmente leal, no está en mí eso. Me gustan demasiado las mujeres, o la vida; lo que esto sea, no lo sé. Pero ríete, Anäis, me gusta oírte reír. Eres la única mujer que ha tenido una sensación de alegría, una prudente tolerancia;ya no pareces incitarme a que te traicione. Te quiero por eso. ¿Cuál es la causa de que hagas eso? ¿el amor? Oh, es hermoso amar y ser libre al mismo tiempo.
No sé lo que espero de ti, pero es algo parecido a un milagro. Voy a exigirte todo, incluso lo imposible, porque lo fomentas. Eres realmente fuerte. Me gustan incluso tus engaños, tu traición. Eso me parece aristocrático. (¿Suena mal "aristocrático" en mi boca?)
Sí, Anäis, estoy pensando cómo podría traicionarte, pero no puedo. Te quiero. Quiero desnudarte, vulgarizarte un poco. Ah, no sé lo que digo. Estoy un poco ebrio porque no estás aquí conmigo. Me gustaría batir palmas y, voilà.
!Anäis! Quiero poseerte, utilizarte. Quiero joderte, quiero enseñarte cosas. No, no te aprecio. !Que Dios me perdone! Tal vez quiero incluso humillarte un poco. ¿Por qué no me arrodillo y te venero? No puedo. Te quiero risueñamente.
¿Te gusta eso?
Querida Anäis, soy tantas cosas. Tú sólo ves ahora las cosas buenas, o al menos dejas que crea eso. Quiero tenerte un día entero por lo menos. Quiero viajar contigo, poseerte. No sabes lo insaciable que soy. O cobarde. !Y egoista!
Me he portado bien contigo. Pero te advierto que no soy un ángel. Creo sobre todo que estoy un poco ebrio. Te quiero. Ahora me acuesto, es demasiado angustioso permanecer despierto. Te quiero. Soy insaciable. Quiero pedirte que hagas lo imposible. Lo que eso significa, no lo sé. Probablemente tú me lo dirás. Eres más rápida que yo. Amo tu coño, Anäis, me vuelve loco. !Y la manera en que dices mi nombre! Dios mío, es irreal. Escucha, estoy muy borracho. Me duele estar aquí sólo. Te necesito. ¿Puedo decirten alguna cosa? Puedo, ¿o no puedo?
Ven rápidamente pues y jódeme. Córrete conmigo.Rodéame con tus piernas. Caliéntame.

Henry.


Que piensan, a que en algún momento de sus vidas han soñado con poder decirle estas palabras al ser amado, yo por lo menos así lo siento.

Friedrich.

No hay comentarios: