lunes, 23 de abril de 2007

23 de Abril.

-!Suicidado! !Dios mío! ¿Es cierto eso?- exclamó Hallward, mirándole con una expresión de horror.
-!Mi querido Basil! !No pensaría usted que fue un vulgar accidente! Naturalmente que se suicidó
Basil Hallward ocultó el rostro entre las manos.
-!Que espanto! -murmuro con un estremecimiento.
-No -dijo Dorian Gray-, no hay nada espantoso en ello.
Es una de las grandes tragedias románticas de la época. Por lo general, los actores tienen las vidas más vulgares. Son buenos esposos, fieles y algo aburridos. Ya sabe usted lo que quiero decir...; las virtudes de la clase media y esas cosas... !Que diferente era Sivyl! Ella vivió su más bonita tragedia. Fue siempre una heroína. La última noche que trabajó, la noche que ustedes la vieron, lo hizo tan mal porque acababa de conocer la realidad del amor. Cuando conoció su irrealidad murió; murió como pudo haberlo hecho Julieta. Pasó otra vez a la esfera del arte. Había algo de mártir en ella. Su muerte tiene toda la patetica inutilidad del martirio, toda su malgastada belleza. [...]

Buen día del libro Mr. Oscar Wilde.

Friedrich.

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