martes, 29 de mayo de 2007

Heimweh.

[...] !Mi Sodoma y Gomorra!. Tú que tan a la ligera esgrimes labios verdes. Hombres con camisas de colores, atletas con cuellos de toro... amantes siempre separándose ante estas pesadas puertas. El río baja con fuerza y arrastra rápidamente las ratas muertas, pero yo no soy una rata muerta. Hay un revólver, pero las balas siempre se atascan. No conseguí suicidarme.. pero te amo, Hildred te amo con locura. ( Un loco amor platónico, sin duda yendo de Sodoma a Gomorra). Hildred, serías una pervertida única y exquisita
(!perdón!) si desapareciera todo este caos infernal que te rodea. Por favor, ¿no ves lo que contienes?.


Friedrich.

No hay comentarios: