lunes, 27 de agosto de 2007

El Liceo.

Durante su estancia en Assos (347-345 a. J.C), Aristóteles desarrolló una actividad pedagógica que puede ser considerada como el comienzo de la escuela aristotélica, y como un precedente del Liceo, o peripatos. Sin embargo, Assos era entonces solo una especie de colonia de la Academia platónica. Únicamente cuando Aristóteles regresó a Atenas y Jenócrates fue nombrado, por los miembros de la Academia, escolarca sucesor de Espeusipo, decidió el estagirita fundar su propia escuela. Ésta se abrió primero en los corredores de la palestra en el Liceo al NE, de Atenas y estuvo bajo el patronato del amigo de Aristóteles, el macedonio Antipater, que regía Grecia y Macedonia en nombre de Alejandro. El Liceo se trasladó después a un lugar cercano, el Peripatos o paseo cubierto.
Mientras en la época de Platón, y aún de sus inmediatos sucesores, la Academia se preocupó principalmente de cuestiones filosóficas y subordinó a ellas los trabajos de clasificación botánica y zoológica y las investigaciones matemáticas, astrónomicas y musicales, el Liceo se caracterizó desde el principio por ser un centro de investigación de las mas diversas disciplinas. Se ha hecho observar que el norte de las actividades de la Academia, cuando menos durante algún tiempo, fueron la dialéctica y las matemáticas, mientras que el del Liceo fueron las ciencias naturales y, en particular, la biología. Ello debe considerarse, sin embargo, solo como un punto de referencia; en rigor, las investigaciones en el Liceo tuvieron caráter enciclopédico. Aristóteles y Teofrasto procuraron acumular en su recinto todos los instrumentos necesarios para el trabajo científico (dibujos, laibros, plantas, minerales). Las actividades exteriores consistían principalmente en la enseñanza, mediante lecciones y discusiones, así como en comentarios de textos. Las lecciones estaban reguladas por un horario. También estaban regulados los acontecimientos principales de la vida en común de los miembros, especialmente los banquetes mensuales y fiestas para el culto, que desempeñaban un papel importante en la vida del Liceo, como también lo desempeñaban en la Academia platónica. El propio Aristóteles redactó las normas para estas reuniones, como Espeusipo y Jenócrates habían redactado las normas para las reuniones en la Academia. En general, puede decirse que el Liceo no abandonó en sus orígenes el ideal platónico de la vida en común con el propósito del saber desinteresado. Pero a diferencia de la Academia de los primeros tiempos, muchos de los miembros del Liceo procedían de otros lugares de Atenas. Además, a diferencia de la Academia, el Liceo -sospechoso de macedonismo- se cuidaba de no intervenir en la vida política de la ciudad. Ello no quiere decir que se desinteresaran por completo de los problemas políticos, pero los tocaban mas bien como tema de investigación histórica que en un sentido de intervención directa, ya sea como funcionarios o bien como propugnadores de reformas. Como es sabido, las investigaciones en ciencias naturales no iban a la zaga de las realizadas en historia. Ahora bien, sería erróneo considerar la obra del Liceo como consistente exclusivamente en sistematizaciones y compilaciones enciclopédicas. Una intensa actividad filosófica-analítica (del tipo de la que se halla en la Física y en el Organon aristótelicos) era también característica del Liceo, y fue abandonada solamente cuando en el último período de Teofrasto predominó la tendencia enciclopédica y, con la creciente influencia y actividad de Eudemo, la tendencia ética.


Friedrich.

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